Cuenta la tradición que allá por el siglo XIII la imagen de Santa Catalina se apareció sobre una encina a pocos pasos de este lugar y que por este motivo se erigió la ermita en su honor.
Quedan las ruinas de Santa Catalina, convento fundado por los monjes Jerónimos a comienzos del siglo XV en las tierras cedidas por Don Andrés Martínez de Iruña sobre su casa fuerte de Badaya. Casa fuerte ubicada y construida en este emplazamiento por el dominio de los horizontes de la Llanada y puntos de marcado interés histórico. El convento y la fundación pasaron a los monjes Agustinos a finales del siglo XV y en él se mantuvieron hasta el siglo XIX.
En plena guerra Carlista, el general Zurbano incendia el convento, tras la derrota de un destacamento atrincherado entre estas paredes.
Es en 1999 cuando el Ayuntamiento de Iruña de Oca y bajo la sugerencia del paisajista Eduardo Álvarez de Arcaya, deciden aprovechar el magnífico enclave del convento y sus románticos vestigios para la creación de este jardín botánico.
CONOCE LAS DISTINTAS ZONAS DE LAS RUINAS
Mapa Interactivo
Accesos
La entrada principal estaba situada al Este, flanqueada por dos torreones, desde el que se podría ascender por el patio alargado hasta llegar al claustro.
La iglesia tiene un acceso en su muro Norte y por su muro Este tendría un tercer acceso a la zona de servicio.
Iglesia
Construida sobre la antigua casa torre del siglo XIII.Se aprovechó el escalonamiento de la roca caliza para situar el coro. Bóveda de crucería desaparecida, estuvo decorada con florones de escayola.
En el altar se podía contemplar la imagen de Santa Catalina y el Cristo de la Cruz. En la capilla izquierda fueron descubiertos los enterramientos de los señores de Iruña, fundadores del convento. de servicio.
Torre
Es la única que se conserva de la antigua casa fuerte. En sus muros aún perduran saeteras y troneras, testigos de numerosas reyertas, imagen de tiempos de batallas.
Claustro
Era lugar de reunión y de paso a todas las dependencias del convento. Dadas sus dimensiones de 20×18 metros y su forma, debió adaptarse a la geometría que tenía el antiguo patio de armas de la casa torre. Estaba cubierto por bóvedas de crucería simple.
El pasillo, enlosado de ladrillo cocido, daba acceso al refectorio (comedor de los monjes). En el centro aparece la base de lo que seguramente fue un crucero.
Palacio
Se trata de una construcción noble dentro de la antigua fortaleza, con entradas al foso y al coro de la iglesia. Los ventanales son con arcos apuntados.
En tiempos del convento se situaban aquí las dependencias más importantes. La moderna escalera da acceso a la espadaña desde donde se domina el paisaje.
Aljibes
Del intrincado sistema de canalización de aguas que abastecían el convento, hoy en día tan sólo se conservan cuatro aljibes, que recogen el agua que filtran las margas calizas.
Foso
Se conserva una parte en la fachada oeste en la que perduran soportes para la colocación de matacanes (voladizos con parapeto para observar y hostigar al enemigo). Contaba con mas de 7 metros de anchura en algunos puntos.
Pasadizo
Ha habido numerosas leyendas con relación al pasadizo, durante tiempo se creyó que era el acceso secreto que conducía a otras estancias. Hoy el misterio se ha desvanecido al descubrir que eran las escaleras de acceso un aljibe para recoger agua.