Están considerados como Bien de Interés Cultural por el Gobierno Vasco y son las construcciones más emblemáticas del municipio de Iruña de Oca. Se consideran de origen romano por su cercanía al yacimiento de Iruña-Veleia, aunque las construcciones actuales hayan sufrido múltiples variaciones, especialmente durante la edad media.
El puente de Víllodas combina arcos ojivales y de medio punto. Tiene una longitud de 98 metros y atraviesa el río a lo largo de 10 arcos que se apoyan en nueve pilares de 4 metros de espesor cada uno. La anchura de la calzada es de 3,40 m., pero se amplía hasta 4 m. en los tajamanes.
El de Trespuentes está construido con piedras de pizarra cogida con argamasa y losas en el pavimento. Está compuesto por trece arcos de media punta sustentados por doce pilares construidos en diferentes épocas: los seis primeros arcos pertenecen a su época más antigua (es probable que al principio solamente contara con estos seis arcos), los cinco siguientes son posteriores y los dos últimos pertenecen a una última fase, presentando el pilar excesivamente grueso. Se asienta directamente sobre el lecho rocoso del río. Dos de los pilares sufren un ensanchamiento a partir del nivel del agua y hacia el fondo que no se pueden apreciar a simple vista, puesto que quedan debajo del agua. Además, su construcción incluye varios tajamanes, o salientes laterales construidos sobre los pilares, cuya función es cortar la corriente de agua y servir de refugio a los viandantes cuando coinciden en el puente con algún vehículo.