Historia
El lugar debe el nombre a una ermita dedicada a Santa Catalina ubicada junto a la casa torre primigenia, construida a finales del siglo XIII o principios del XIV por el matrimonio Andrés Martínez de Iruña y Mari Sánchez.
En 1407 la familia de los Martínez de Iruña abandonó el lugar para trasladarse a Vitoria-Gasteiz y donó la propiedad a los Jerónimos, para que levantaran allí un convento. Estos permanecieron hasta el año 1472.
A partir de éste momento fue habitado por los monjes Agustinos, quienes construyeron la iglesia, el claustro (antiguo patio de armas de la torre) y la sala capitular.
En 1835, los monjes se vieron obligados a abandonar el recinto a causa de las desamortizaciones, y en 1836 fue incendiado en la primera guerra Carlista por el general Zurbano, permaneciendo en un estado de abandono hasta que fue adquirido en 1999 por el Ayuntamiento de Iruña de Oca.
Valores
Botánica
Santa Catalina da cobijo a multitud de especies botánicas procedentes de varias zonas climáticas. Árboles milenarios, plantas fascinantes o curiosas flores que cambian de apariencia dependiendo de la estación e incluso del día, y que convierten cada visita en una experiencia diferente, viva e inolvidable.
Desde la quietud del invierno a la explosión repentina del color en la primavera, el apogeo del verano y la magia del otoño, con sus preciosas tonalidades ocres. Un universo de colores y formas que conforman este espectacular rincón natural.
Entre las especies que podemos observar se encuentran:
Plantas suculentas, Orquídeas salvajes, Gramíneas, Vegetación autóctona (encina, arce de Montpellier, roble, haya…), Arce japonés (palmatum, dissectum), Hemerocalis, Ginkgo Biloba, Cedro del Himalaya, Hiedra, Olivo, Plantas aromáticas (lavanda, romero, tomillo…), Nenúfares, Iris.
Fauna
Entre las especies que podemos observar se encuentran:
Gracias a su ubicación, el Botánico disfruta de la presencia permanente de decenas de especies de aves como el pinzón, el petirrojo, el cárabo o el carbonero.
Asimismo, aunque más difíciles de ver, en su entorno habita un amplio número de mamíferos como el jabalí, el corzo, la marta o la garduña.
Además, sus laderas acogen multitud de insectos y libélulas, destacando su población de mariposas, potenciada por la plantación de especies hospederas, que permiten avistar en muy poco espacio centenares de individuos de distintas especies.
Clima
Este paraje natural goza del privilegio de disponer de un microclima especial en el que la gran riqueza natural resulta de la confluencia de especies de clima atlántico y continental en sus zonas umbría y de fondo de valle y de carácter mediterráneo e incluso desértico en su solana.
Rincones
Exposición de bonsáis
Ubicada en las ruinas del convento, esta muestra permanente acoge decenas de especies de árboles en maceta propiedad de los miembros de la Asociación Bonsai Araba y permite conocer en primera persona algunos esplendidos ejemplares de este milenario arte de origen oriental.
Oasis de mariposas
Por su privilegiada ubicación, Santa Catalina es un excelente refugio para multitud de especies de mariposas. Además, en la zona de solana se han plantado plantas hospederas que favorecen el asentamiento y la reproducción de lepidópteros, lo que convierte al Jardín en un escenario perfecto para observar estos insectos.
Árbol de los deseos
Durante décadas, la entrada del Jardín estuvo presidida por un majestuoso Algarrobo que, tras secarse, reposa ahora en el interior del Botánico convertido en un original y hablador árbol que narra a los visitantes leyendas de este espacio natural y permite depositar en su interior los deseos, anhelos e ilusiones de quienes se acercan a este mágico rincón de Santa Catalina.
Parque estelar
La Fundación Starlight, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la protección del cielo nocturno, la difusión cultural de la astronomía y el desarrollo económico sostenible local a través del astroturismo, ha creado un sistema de certificación mediante el cual se acreditan aquellos espacios que poseen una excelente calidad de cielo y que representan un ejemplo de protección y conservación.
Son escenarios que incorporan la observación del firmamento como parte de su patrimonio natural, paisajístico, cultural o científico y fomentan a su vez el “Turismo de Estrellas”.
La Certificación Starlight aúna la astronomía y la visión del firmamento como herramientas para una nueva forma de turismo sostenible.
Este Sistema de certificación se basa en los principios recogidos en la “Declaración sobre la Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas”.
Desde el año 2015, el Jardín Botánico de Santa Catalina es acreedor de la distinción Parque Estelar por parte de la Fundación Starlight, que valoró las excelentes condiciones del entorno del Jardín para la observación astronómica y la realización de actividades para la promoción y observación del cielo nocturno en sus instalaciones.
El Jardín tiene habilitada una zona especialmente destinada a la observación del cielo nocturno y en su programación anual se incluyen tanto observaciones astronómicas como jornadas didácticas con la instalación de un planetario Full Domme.
Certificado 2021
Reconocimientos
A lo largo de su historia, el Jardín ha recibido múltiples reconocimientos, tanto de instituciones públicas como de entidades privadas.
Primer Parque Estelar Starlight
El jardín se convirtió en 2016 en el primer jardín botánico de España certificado como Parque Estelar Starlight, al reunir las condiciones adecuadas para realizar actividades de observación del firmamento, como la organización de conciertos bajo las estrellas, sesiones de planetario Full Dom 360º y visitas guiadas nocturnas.
Premios Aztertu del Gobierno Vasco
Sello de Turismo Familiar que otorga la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN)
Premio Incorpora 2016. Por su trabajo en innovación, competitividad, cooperación y dinamización.
Premio 2017 de la Sociedad de Amigos del Real Jardín Botánico de Madrid
